El Ministro de Agricultura de Francia, Herve Gaymard, ha anunciado que no habrá un impuesto sobre los fertilizantes nitrogenados, ni a nivel de los agricultores ni tampoco para los fabricantes de fertilizantes. Por otra parte, el actual impuesto a los fitosanitarios (TGAP), que supone 40 millones de euros, será asignado a las Agencias del Agua.

El polémico impuesto sobre el nitrógeno había sido propuesto hace varios meses dentro de una ley de protección de las aguas por parte del Ministerio de Medio Ambiente, y se barajaba el implantarlo a nivel del agricultor o del fabricante de abonos. La idea del mismo era que el impuesto moderaría el uso de estos fertilizantes y sus fondos irían a parar la as agencias encargadas de la protección de las aguas. También tendría su impuesto cada saco de pienso en función del nitrógeno que produce las deyecciones los animales que con el se alimentan. La mayor parte del sector agrario rechazaba este impuesto por suponer en cualquier caso una nueva carga, difícilmente soportable y más dentro del marco de la nueva PAC.

En el Reino Unido también se está barajando por parte de la Agencia de Medio Ambiente imponer un impuesto especial al nitrógeno agarario.