En Francia, la Asociación de Productores de Trigo y otros cereales (AGPB), la Asociación de Productores de Maíz (AGPM) y la Federación de Productores de Oleaginosas y Proteaginosas (FOP) han emitido un comunicado en defensa de los tratamientos fitosanitarios a las semillas, indicando que se trata de un progreso evidente para la agricultura y la sociedad.

Una producción agraria de calidad, respetuosa con el medio ambiente y disponible en cantidad suficiente implica cultivos sanos, y los tratamientos de las semillas contribuyen a este objetivo y constituyen un avance en mateia de protección del medio ambiente y de seguridad para el utilizador. Poner en tela de juicio esta cuestión supondría un paso atrás y un riesgo en cuanto a disponibilidad de semillas.

No hay cosecha sin protección de los cultivos. La protección de los cultivos de la forma que sea (biológica, química o genética) es indispensable para la producción agrícola. El tratamiento de semillas constituye un progreso para el medio ambiente ya que permite aplicar la dosis justa directamente a la semilla y no a la superficie. Las organizaciones recuerdan además que solo se utilizan productos autorizados bajo una reglamentación muy estricta.

El motivo de que los agricultores franceses tengan que recordar algo tan constatado y evidente es la campaña en contra de dos productos fitosanitarios, llevada desde hace años en contra del Fipronil (Regent) y la imidacloraprida (Gaucho) a los que se atribuye mortalidad en las abejas.