Estos días, al tiempo que se cosecha el girasol, algunos Sindicatos agrarios están manifestando sus críticas a la industria extractora, a la que se atribuye un manejo del mercado en detrimento de los intereses de los productores .
He aquí el punto de vista de la Industria sobre algunos aspectos del problema .
1.- El aceite de girasol vale en estos momentos cien Euros por tm. menos que el año pasado ( 483 Euros tm. frente a 583 Euros tm. ) . La repercusión en el precio de la pipa, con un rendimiento en aceite del 44%, es de 44 Euros tm. ( 7,32 pts.kg. ) . Por ello es lógico que si el año pasado la pipa de girasol se pagaba por encima de las 40 pts.kg., este año no alcance dicho nivel.
Conviene no olvidar que la cotización de estos productos, en el mercado internacional, se da en dólares y que, en un año, el dólar ha perdido cerca de un 20% de su valor frente al Euro .
2.- El Comercio exterior del girasol es un dato con el que hay que contar. Nada de extraño tiene que se importen 300/400.000 tm. de pipa anualmente. Si el mercado nacional necesita molturar 1.100.000 tm. de pipas y sólo se producen, localmente, 700.000 tm., la diferencia debe importarse. El descenso en la producción nacional tiene su origen en la Agenda 2000 que redujo la ayuda a las oleaginosas y eliminó su precio de referencia .
Recientemente se ha producido un cambio en la naturaleza de las importaciones que resulta muy perjudicial para la industria de molturación. Resulta a veces más barato importar aceite que traer pipas y molturarlas aquí. AFOEX representa a los molturadores y no desea ver a sus industrias convertidas en simples refinerías de un aceite crudo importado, o en meros envasadores, si se importa el aceite refinado.
3.- La importación de pipas es, por consiguiente, no un capricho sino una necesidad. La importación de aceite es un inconveniente difícil de atajar siempre que la relación de precios pipa-aceite lo haga interesante .
Los industriales no manejan el mercado, no tienen peso suficiente para ello, lo único que pueden hacer es adaptarse a la situación sabiendo que no hay un mercado interior y otro exterior, sino un solo mercado en el que los precios de la pipa y del aceite fluctúan de acuerdo con la oferta y la demanda. Si los precios de la pipa, en España, fueron buenos en las campañas 2001 y 2002 fue porque la oferta mundial estuvo limitada por las menores cosechas en los principales países productores. Si en el 2003 la oferta es superabundante por las grandes cosechas en los países del este de Europa, no sólo Rusia y Ucrania, sino también Hungría, Rumania y Bulgaria , los precios no pueden ser los del año pasado.
4.- Como hemos señalado en otras ocasiones no vale añorar los tiempos en que los precios nacionales se construían a partir del costo de los inputs, al margen de lo que sucedía en el mercado internacional. Hoy el precio internacional es determinante y la industria que intentase operar sin tener en cuenta dicha realidad tardaría bien poco en declararse en quiebra .
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