La Federación de Industrias Avícolas francesas ha realizado un balance del impacto que ha tenido sobre el sector, los elevados calores sufridos este verano. Según esta organización, de los 90 millones de aves presentes en Francia, han muerto 4 millones de pollos y 600.000 pavos debido a la canícula, principalmente en Bretaña, País del Loira y Centro.

Se calcula que las pérdidas ascienden a unos 50 millones de euros, de los que 20 corresponderían a la producción y 30 al sacrificio. Además de la muerte de los animales, el calor ha provocado un retraso en el crecimiento, una pérdida de peso, una caída en la fertilidad de los machos y una anticipación del sacrificio de las hembras por falta de puesta. En consecuencia, hasta final de año, según la Federación, el sector tendrá que soportar un sobrecoste de 0,12 €/kg, lo que supone un aumento de un 4%.

Por otro lado, OFIVAL, la Oficina francesa de la Carnes, considera que durante la primera quincena del mes de agosto, el calor de este verano no ha repercutido en el precio de mercado. Valora que es todavía muy pronto para distinguir, en la siguiente evolución de lo precios, la influencia que procede de la reducción de la producción y del impacto de la influenza aviar y la que proviene del aumento de mortalidad por el calor.